.-La doctora Amelia Azarola, ex alumna del científico canario, fue encarcelada en la zona republicana
.- El testimonio de los dos ministros consiguió su absolución
.- El borrador de la declaración del político canario, hallado en su Archivo, se muestra en la exposición «Ni a tontas ni a locas. Mujeres singulares en los entornos de Negrín»
Por José Medina Jiménez (*)
La autoridad de los archivos, la divulgación de sus contenidos y la utilización de las nuevas herramientas tecnológicas nos permiten conocer del pasado, entenderlo y sobre manera, en el presente y a futuro, analizarlo para evitar las circunstancias que propiciaron momentos trágicos en nuestro pasado. La Memoria en Democracia debe ser utilizada como medio educativo para conseguir el respeto individual, la paz social, la convivencia ciudadana.
El borrador de una carta, parte mecanografiada y parte manuscrita a pluma, frases añadidas y tachones entre otras correcciones, firmado por Juan Negrín y dirigido a un Sr. Juez de Instrucción para responder a una declaración testimonial requerida, obra en su archivo de Las Palmas de Gran Canaria en el apartado de Presidencia del Consejo de ministros (1). La misiva original de dicho borrador, su texto ordenado, completo, definitivo, se encuentra en el portal PARES de archivos españoles del ministerio de Cultura y Deportes, en el expediente CAUSA GENERAL (2). El exhorto era del Juez Sr. Algara, responsable del Juzgado de Instrucción del Jurado de Urgencia nº 7 de Madrid, de fecha 4 de marzo de 1937 e iba dirigido a los ministros de Hacienda y de Justicia, radicados en Valencia. La respuesta de Irujo el 12 de marzo y de Negrín, el día 13, figuran en dicho expediente. Por supuesto, ambos documentos, borrador y original, son coincidentes en su contenido, pero sin tachaduras ni correcciones en el segundo. La solicitud al juez para recabar la declaración de los ministros era de Amelia Azarola Echevarría que había sufrido detención el 28 de agosto de 1936 por orden de la Dirección General de Seguridad (3) tras la acusación de no ser afecta al régimen constitucional, siendo recluida en el Asilo Hospital San Rafael, cárcel de mujeres de Madrid. Estaba casada con el capitán Julio Ruiz de Alda, 2º jefe de la Falange y célebre aviador – pues voló sobre el Atlántico en 1926 sin escalas hasta Buenos Aires en el Plus Ultra acompañando a Ramón Franco y con el mecánico Rada – quien había sido detenido en su despacho el 12 de marzo de 1936 y muerto en el asalto a la cárcel Modelo de Madrid el 23 de agosto de 1936, días antes del arresto de su esposa.
Ella era hija de Emilio Azarola Gresillón, alcalde del municipio navarro de Santesteban, diputado a Cortes del partido Radical Socialista por Navarra (1931/34). Tras su etapa política regresó al cuerpo de ingenieros de caminos, canales y puertos y ocuparía la plaza de jefe del Puerto de Santa Cruz de Tenerife desde julio de 1936 a octubre de 1942. Su hermano, Antonio Azarola Gresillon fue contralmirante de la Armada, ministro de Marina en el gobierno Portela Valladares (1935/1936), y comandante general del Arsenal del Ferrol, donde fue apresado por sus subalternos al oponerse al golpe de Estado el 20 de julio y fusilado por el bando militar rebelde el 4 de agosto de 1936, al permanecer fiel al Estado republicano.
Tramitadas las oportunas diligencias esclarecedoras de los hechos denunciados, el 8 de febrero de 1937, Amelia Azarola compareció ante el juez de Instrucción, negó pertenecer o haber realizado propaganda para algún partido político y se declaró republicana. Y, además, ella solicitó como prueba,“por ser de suma importancia” para avalar sus afirmaciones, la declaración de los ministros de Hacienda y Justicia. El juez ordena, a su vez, al Agente de Investigación y Vigilancia adjunto al Juzgado que informe sobre las actividades políticas sociales de la inculpada.
Puede sorprender la petición de Amelia al juez, sin embargo, la razón es bien sencilla, Amelia era alumna destacada del Dr. Negrín. Estudió Medicina en la universidad Central de Madrid, fue elegida por su maestro para trabajar en el Laboratorio y en 1934 presentó y defendió la tesis doctoral “Asimilación del ácido láctico: investigación experimental, sobre origen, absorción, toxicidad y tolerancia y destino del ácido láctico en el organismo animal” (4). Aquella relación profesor alumna se extendió a la familia. Esa amistad nos la relata Mariano Ansó en su libro, donde señala que el asesinato de su amigo Julio Ruiz de Alda alteró y disgustó profundamente a Juan Negrín y que desde ese preciso momento su preocupación por Amelia fue constante.
Mariano Ansó entendió la confianza y despreocupación de Negrín cuando, al aconsejarle que evitara exponerse a un atentado -como el ocurrido a Jiménez Asúa-, éste le dio a conocer de forma confidencial el amago de acercamiento político que, antes del alzamiento, José Antonio Primo de Rivera había intentado con Azaña, Prieto y, a la postre, con Negrín, por medio del propio Ruiz de Alda. Negrín desestimaría la propuesta: “ ..están llenos de generosidad y patriotismo, aunque extraviados en sus tendencias y métodos, infinitamente más extranjerizados de lo que ellos pensaban” (5). Ansó explica también cuál fue la reacción de Negrín tras la muerte del fundador de la Falange: “… para él la muerte de José Antonio era una derrota moral ( 6)
Volviendo al proceso contra Amelia Azarola, tanto el informe del Agente de Vigilancia como las contestaciones de Negrín e Irujo, de fecha 13 y doce de marzo de 1937 respectivamente, que figuran en el expediente aludido, páginas 17, 18, 19, 20 y 21, son contundentes y aclaratorias de su inocencia hasta tal punto que el fiscal desiste y retira la acusación y el Jurado la absuelve el 29 de marzo de 1939. Sin embargo, desde el 31 de abril de 1937 figura en la cárcel de mujeres de Valencia, hasta el 7 de julio, día en que es trasladada a la casa de ejercicios espirituales de los jesuitas en el municipio de Alaquás (7), un campamento abierto el 15 de mayo de 1937 para recluir a las Damas Fascistas y donde ejercerá su profesión de médico según atestigua una reclusa, Rosario Queipo de Llano (8). Declarada inocente y puesta en libertad, ¿cuál es la explicación de ser retenida primero en la cárcel de Valencia, trasladada de San Rafael y vuelta a trasladar, a los dos meses, a Alacuás?
En el archivo oficial del secretario particular del ministro de Hacienda de fecha 23 de abril 1937 (9) figura la siguiente anotación: “Carta del Sr ministro, Irujo, sobre el caso de Dña. Amelia Azarola a quien retienen en calidad de rehén …
La entrada de los nacionalistas vascos en el gobierno, –de Manuel Irujo ministro sin cartera– en septiembre de 1936, supondrá el intento de restablecer el funcionamiento normal de la justicia en la zona republicana, impartida tras el golpe militar por los tribunales populares. En Madrid los vascos se agrupan bajo su dirección y un joven licenciado en Derecho, Jesús Galíndez, asiduo al Hogar Vasco, que llegará a ser miembro de la guardia, escolta y hombre de confianza en los asuntos relacionados con los encarcelamientos de la capital, dejó escrito en su libro “Los vascos en el sitio de Madrid” (10) que el 5 de febrero al visitar la cárcel de Madrid conoció a Amelia Azarola “obedeciendo instrucciones precisas del Ministro Irujo”(11) …
Por esta época la visitó continuamente en la cárcel, ya que su calidad de rehén no admitía otra actuación, e intervino activamente en su juicio posterior.
“aun no sabía la suerte corrida por su esposo y de momento no osé comunicársela; meses después sería yo mismo quien se la dijera. Amelia fue llevada a la cárcel del Conde de Toreno, de la cual pasó después a la del Asilo de San Rafael. (12)….. El día 29 de marzo se vio el juicio….. los Ministros Negrín e Irujo se brindaron a declarar personalmente, …… La declaración de Irujo aún fue discreta; ……. “La declaración aplastante fue la de Negrín, por entonces Ministro de Hacienda; La fiscal balbuceó algunas excusas retirando la acusación…… sólo el presidente del tribunal reaccionó preguntando a Amelia cuánto tiempo había estado detenida: “ocho meses” contestó también con sencillez…………….. Y mientras los jueces redactaban la sentencia, salí con ella a un corredor rompiendo la rutina disciplinaria; fumamos un cigarrillo, y charlamos tonterías, esperaba estar libre aquella misma tarde. Aquí nos equivocamos. Porque el orden reinaba en Madrid, pero el nuevo Delegado de Orden Público, ……. acostumbraba retener como presos gubernativos a muchos absueltos por los tribunales Y Amelia fue uno de ellos; en calidad de rehén, en tanto se gestionaba su canje. Y mientras Irujo en Valencia peleaba de nuevo el asunto, yo me dediqué en Madrid a visitarla en la cárcel, matando un tanto sus horas de aburrimiento y desesperación. Fue una de aquellas mañanas cuando al fin la (sic) confesé que su marido había sido asesinado; pero su reacción fue serena. Casi un mes había transcurrido desde su absolución, estábamos a 26 de abril, cuando un golpe de teléfono anónimo me transmitió este recado: “De parte de su amiga Amelia, que vaya a verla a su nuevo domicilio; vive ahora en la Ronda de Atocha.” EI aviso era bien claro. Amelia había sido sacada de la Cárcel de Ventas y llevada a los calabozos secretos que, en el antiguo convento de la Ronda de Atocha 21……… en el caso de Amelia se trataba de un abuso, y en el acto llamé a Valencia comunicando a Irujo lo que ocurría. Al siguiente día llamaba a su vez el Ministro; Amelia estaba perfectamente bien, instalada en la Prisión modelo de Alacuás, donde el Gobierno hospedaba con mimo a las mujeres canjeables; su paso por la Ronda de Atocha fue el de un apeadero para tomar el vehículo que la condujo a Valencia (13)
El ministro de Justicia, Manuel de Irujo la visita el 8 de agosto en Alacuás y queda impresionado por su estado física y espiritual en carta a Negrín (14). La situación es desesperada y lo alarma. Ella desea su regreso a Madrid y acepta ser canjeada.
Sin embargo, según Juan Antonio Ríos Carratalá narra en su artículo (15), la declaración de Julián Zugazagoitia Mendieta ante el juez en defensa de su gestión como ministro de la Gobernación, alude a “que puso en libertad y facilitó pasaporte sin canje alguno a la señora viuda de Ruiz de Alda” entre otras actuaciones. Pero como el autor señala: “Lo recogido en el acta es tan detallado y verificable como inútil a efectos procesales en un consejo de guerra donde nada se comprueba”. Fue fusilado el 9/11/1940 en Madrid. Amelia testificaría a su favor en el juicio. Paul Preston en su libro “El Holocausto español” relata que Amelia fue puesta en libertad en Barcelona y canjeada quedando en Navarra. (16). Lo ratifica Zugazagoitia en su libro “Guerra y vicisitudes de los Españoles” (17)
Dícese que la política es la guerra con la palabra como medio. El diálogo, el compromiso, el acuerdo, el pacto, el respeto a la legalidad y sobre todo los principios éticos de igualdad, tolerancia, justicia social y la libertad entendida en sus límites, donde acaba lo personal y comienza la del semejante o los colectivos. En los momentos actuales la tendencia ultraderechista del electorado en los países democráticos persigue, como en el pasado, alterar conquistas sociales que han propiciado la paz y el progreso En sus reflexiones se preguntaba Negrín. “¿Basta para defender las democracias el principio de las mayorías? No. Son los fines y propósitos, no los medios o instrumentos los que la definen. Hitler alcanzó el poder utilizándolos para a la postre destruirla” (18).
(1) (1PCM1000000120004001/2)
(2) Signatura: FC-CAUSA_GENERAL,366,Exp.11, Descripción Exp nº 393 páginas 19,20 y 21
(3) Manuel Muñoz Martínez nombrado DGS a finales de julio 1936
(4) (htpp://www.)el Sevier.es>es-revista-educacion.medica71)
(5) “Yo fui ministro de Negrín” en las página 99, 100, 101. Editorial Planeta; ISBN 84-320-5621-9 marzo 1976
(6) Idem anterior, páginas 167 y 168
(7) PARES. Causa General | Personas liberadas de la Prision Provincial de Mujeres de Valencia | Pagina 9
(8) https://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2009/09/27/carcel-damas-espana-13204700.html: Amelia Azarola bajó a la enfermería en calidad de médico de la cárcel, ‘Prisión de las Damas Fascistas’
(9) 1MEH1000002010197001 AJN
(10) Jesús Galíndez. Editorial Vasca Ekin. Buenos Aires 1945.
(11) Idem páginas 113, 114
(12)Idem anterior
(13) Idem (Paginas 157-159)
(14) 1MJU1000000020100001/2 AJN
(15) Ríos Carratalá, Juan Antonio. «Julián Zugazagoitia y Francisco Cruz Salido, dos periodistas secuestrados y fusilados». Cultura de la República. Revista de Análisis Crítico, 6 (diciembre 2022): 101-120. DOI: https://doi.org/10.15366/crrac2022.6.006. ISSN: 2530-8238: pag 102
(16) Debate 2011, pag.538
(17) Tusquets Editores 2001, pags.139 y 140
(18) AJN 310010010014001
(*) José Medina Jiménez es el presidente de la Fundación Juan Negrín.