“Los mapas son una fuente historiográfica de primer orden”, afirmó este miércoles el catedrático de Historia Contemporánea José Miguel Pérez en la sede de la Fundación Juan Negrín, donde protagonizó la tercera entrega del ciclo de conferencias sobre la Batalla del Ebro.
El historiador subrayó así la importancia de la cartografía original republicana de esta batalla que se expone hasta el 30 de diciembre en la Fundación, y “la suerte de que la familia Negrín la conservara”, para completar el puzzle del episodio.
“Lo mapas que ustedes ven en la exposición no mienten; los comunicados de prensa estaban censurados, algunos partes de guerra podían no responder a la realidad, pero no los mapas”, señaló el profesor canario tras citar al historiador militar Gabriel Cardona quien afirmaba que “sólo el análisis de las operaciones militares” permiten conocer “las intenciones estratégicas” de un ejército.
A lo largo de la conferencia “Batalla del Ebro, la mayor batalla de España”, el catedrático de la ULPGC expuso que esta operación “no fue un hecho improvisado”, sino que cumplía objetivos militares y políticos.
Entre ellos figura la intención del presidente del Gobierno de la República, Juan Negrín, de atraer a las tropas de Franco para evitar la inminente toma de Valencia. También, ganar tiempo y reorganizar los frentes y el propio ejército republicano.
Se trataba de “mantener la resistencia a ultranza, a toda costa”, señaló el profesor antes de preguntarse si había otra alternativa.
“Negrín sabía que la guerra en Europa era imposible de detener, también que lo que pasaba en Europa formaba parte de lo que ocurría en España: había que tratar de enlazar ambas cuestiones”.
Pérez subrayó que la operación se preparó con mucha antelación y a conciencia y que estas razones (la necesidad de resistir hasta que estallara el conflicto en Europa, entre otras) explican porqué se llevó a cabo pese a la oposición de los asesores soviéticos.
“Las razones de Negrín estaban claras”.
Una batalla de carneros
La Batalla del Ebro fue un episodio “brutal en perdidas humanas”, que el conferenciante describió como una “batalla de carneros”. Participaron un cuarto de millón de hombres y registró episodios de extrema violencia “que lastraron la vida de muchos seres humanos”.
“Muchas heridas siguen abiertas, hay gente que aún no sabe qué paso” con su familiar. Muchos se ahogaron, expuso Pérez.
Posiciones sin valor estratégico llegaron a cambiar cuatro veces de mano en un mismo día en el marco de un enfrentamiento “bestial”, cuyo frente se extendía a lo largo de 150 kilómetros.
La topografía del terreno favorecía la resistencia y dificultaba la ofensiva. Esta circunstancia y “el compromiso” de los soldados que defendía la República -“el más potente que conoce la historia de España”- hizo posible la resistencia a lo largo de 113 días y siete contraofensivas franquistas, pese a la abrumadora superioridad de medios personales y materiales de los sublevados.
Frente a un bien equipado ejército franquista, los republicanos llegaron a utilizar en el Ebro cañones del siglo XIX.
La batalla empezó con una fulgurante victoria de la República que elevó la moral de la retaguardia y provocó que la prensa llegara a decir que la guerra no estaba perdida, pese a que esto era un hecho desde una año antes. La operación logró que la guerra durara un año más.
José Miguel Pérez explicó que Negrín acudía a encuentros internacionales para “conocer de primera mano” lo que estaba ocurriendo en Europa. “Negrín entendía que llegado el momento España podía quedar vinculada a la resistencia de Francia frente a Alemania”.
Próximas conferencias
El profesor Ricardo Miralles abrió las jornadas el pasado 5 de octubre con un análisis diplomático de la Batalla del Ebro, Joan Villarroya realizó una aproximación cartográfica el 25 de octubre y, tras José Miguel Pérez, intervendrán Ángel Emilio de las Heras (23 de noviembre) y José Andrés Rojo (21 de diciembre).
Los dibujos en papel vegetal se superponían sobre los mapas para trazar la posición diaria de las tropas. Se trata de material único y original.
Esta documentación se muestra por primera y única vez al público en esta exposición.