HomeNoticiasFundaciónNace en Valencia la primera Asociación de Amigos de la Fundación Juan Negrín

Nace en Valencia la primera Asociación de Amigos de la Fundación Juan Negrín

Patricio de Azcárate, (izquierda)  y Félix Vidal.

 

El hijo del embajador Pablo de Azcárate, amigo íntimo del político canario, presidente honorario

“Mi padre era introvertido, serio, y Negrín, todo lo contrario; se complementaban”

Las Palmas de Gran Canaria, 8 de enero de 2017

La primera Asociación de Amigos de la Fundación Juan Negrín acaba de constituirse en Valencia con “la finalidad principal de servir de cauce de participación y apoyo a la Fundación Juan Negrín” de Las Palmas de Gran Canaria.

Patricio de Azcárate,  hijo de Pablo de Azcárate, embajador de la 2ª República en Londres durante la guerra civil y amigo personal de Juan Negrín, es el presidente honorario de la recién nacida asociación.

Félix Vidal, la periodista Rosa Brines y Mª Isabel Rumbo son los impulsores de esta primera asociación que incluye en sus estatutos como objetivo “la investigación, el desarrollo y la difusión del pensamiento humanista democrático y socialmente avanzado, representado por D. Juan Negrín López, científico, político y presidente del Gobierno de la 2ª República”.

La creación de la asociación supone de hecho la institucionalización de la actividad divulgativa que realiza de manera habitual Félix Vidal.

Desde Alicante, Patricio de Azcárate asume como “un gran honor” su nombramiento como presidente honorario de esta primera Asociación de Amigos de la Fundación Juan Negrín.

Patricio de Azcárate (Londres 1920) es hijo de Pablo de Azcárate, embajador de la República en Londres  y amigo personal de Juan Negrín. Tras la guerra de España, además, ambas familias fueron vecinas en Inglaterra, donde sus encuentros fueron frecuentes.

“Negrín vivía en una casa de campo muy próxima a la nuestra, la relación era muy íntima: muchas veces comíamos juntos y nos visitábamos mucho”

“Tengo por Juan Negrín un recuerdo y admiración sin límites”, afirma Patricio de Azcárate, quien a sus 96 años conserva una excelente memoria.

“Tuve la oportunidad de conocer a Negrín en la Batalla del Ebro, cuando nos vino a visitar quiso saludarme, seguramente por indicación de mi padre”.

Patricio de Azcárate participó como voluntario en el Ebro. Debido a su conocimiento de idiomas fue destinado al estado mayor, donde sirvió de traductor con los brigadistas.

Recuerda al que fuera amigo de su padre como “un hombre amable, simpático, inteligente”, que “sabía de todo”. Tanto de cómo poner remedio al llanto nocturno de un cachorro que habían adquirido los Azcárate -”le gustaban mucho los perros”-, como sorprendiendo al joven Patricio, estudiante entonces de ingeniería eléctrica en Londres, con “tres o cuatro libros” sobre su carrera procedentes de su legendaria biblioteca.

“Negrín fue la personalidad española más importante del siglo XX”, asegura el presidente honorario de la recién nacida asociación, cuya memoria llega para recordar la primera vez que oyó un bombazo en el frente del Ebro. Estaba con su jefe, el coronel Sánchez Rodríguez, y Líster en la sierra de Pandols. “De repente escuché un ruido tremendo y me tiré al suelo, pero ellos siguieron hablando como si nada, y se rieron de mí: ´se ve que llevas poco aquí, fue un obús, pero de los nuestros”.

Pablo de Azcárate y Juan Negrín fueron muy amigos, pero tenían caracteres muy diferentes. “Mi padre era castellano viejo, de pocas palabras, serio, más bien introvertido, y Negrín era todo lo contrario. El hecho de que fueran tan diferentes hacia que se complementaran. Se tenían mucho cariño”.

 

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