HomeNoticiasArchivo NegrínMiguel Marco: “Las historias de la guerra civil y del exilio formaron parte de la película de mi vida”

Miguel Marco: “Las historias de la guerra civil y del exilio formaron parte de la película de mi vida”

El neurólogo Miguel Marco Igual (Manzanera, Teruel, 1954) investiga la figura de su colega Marcelino Pascua Martínez (1897-1977), “persona que, al igual que Juan Negrín, ha sido injustamente tratada por la historia oficial”, según sus propias palabras.

La búsqueda de información sobre Pascua ha traído al doctor Marco al Archivo Juan Negrín, en Las Palmas de Gran Canaria.

Radicado en Cataluña desde 1963 y especializado en pacientes con esclerosis múltiple, describe el personaje que investiga así cómo el camino que lo ha llevado hasta él.

 

El personaje

Pascua fue el primer director general de Sanidad durante una etapa democrática (con la 2ª República 1931-1933) “y uno de los principales renovadores de la salud pública del país”.

También fue diputado por Las Palmas en las Cortes Constituyentes republicanas, durante las cuales emprendió iniciativas para mejorar la salud pública de Gran Canaria, como se ha podido ver en la reciente exposición celebrada en la sede de la FJN.

 

Persona fiel a sus ideas socialistas y gran amigo de Negrín, durante la guerra civil fue embajador republicano en Moscú (septiembre de 1936-marzo de 1938) y en París (abril de 1938-marzo de 1939), señala. Pascua desempeñó un papel destacado en la búsqueda de ayuda internacional para el Gobierno republicano y en la gestión de los problemas surgidos tras la caída de Catalunya en febrero de 1939.

Profesor de Bioestadística en la Escuela de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (EEUU) en el periodo 1940-1948, fue uno de los creadores de la Organización Mundial de la Salud, en la que dirigió la División de Bioestadística (1948-1957) y a la que continuó ligado hasta 1966.

Residió en Ginebra los últimos 30 años de su vida y allí falleció el 14-6-1977, horas antes de que se celebraran las primeras elecciones democráticas celebradas en España desde febrero de 1936.

 

Los motivos

“Durante la guerra civil, mi familia fue partidaria del Gobierno republicano y dos de mis tíos maternos marcharon al exilio en febrero de 1939. Uno de ellos sobrevivió a cinco años de internamiento en el campo de Mauthausen. Las historias de la guerra civil y del exilio formaron parte de la película de mi vida desde la primera infancia, con los recuerdos de mis familiares en España y las visitas periódicas a Tours, en Francia, lugar en donde residían mis tíos.

“Ya en la vida adulta, se añadió la historia de mi suegro, piloto de La Gloriosa, la aviación republicana, a quien el final de la guerra sorprendió en Kirovabad (Azerbaiyán),  donde se formaba en el pilotaje de aviones de caza soviéticos.

“Al igual que otros pilotos de caza y marinos mercantes republicanos que no aceptaron integrarse en la vida soviética y solicitaron marchar de la URSS, a partir de 1941 fue internado en Karagandá y otros campos del Gulag. No pudo regresar a España hasta mediados los años 50.

“Investigando su vida en la URSS, me encontré con la peripecia vital de Marcelino Pascua y de otros médicos españoles que residieron en la URSS, lo que me motivó a escribir un libro sobre ellos (Los médicos republicanos españoles en la Unión Soviética. Flor del Viento, Barcelona, 2010) y algunos trabajos sobre las neurociencia soviética -soy neurólogo- y el estalinismo.

 

Las Palmas

“Como consecuencia de estas aventuras, me quedó el prurito por conocer más cosas sobre don Marcelino Pascua, y los motivos por los que su persona ha sido tan maltratada por la historia oficial. Una de las etapas del camino me ha llevado a Las Palmas para investigar los documentos  que conservó su gran amigo Juan Negrín.

Aunque todavía están en fase de estructuración, los archivos de la FJN me han proporcionado un gran volumen de información sobre Pascua, que es  complementaria de documentación personal conservada en el Archivo Histórico Nacional de Madrid.

El Archivo de la FJN se encuentra organizado en función de la actividad política de don Juan durante la guerra civil y el exilio, ordenado por los diferentes ministerios y organismos con los que se relacionó, lo que permite llevar a cabo una búsqueda bastante eficaz, contando con la inestimable ayuda de los miembros de la Fundación.

Es admirable la tarea que se realiza en la FJN para organizar el gran volumen de documentos que posee, para la que cuenta con la ayuda desinteresada de personas voluntarias que dedican muchas horas de trabajo. La Fundación también es un foco de actividades culturales para la ciudad, siempre desde un punto de vista progresista. No puedo concluir mis respuestas sin volver a destacar la valiosa ayuda que me han proporcionado Susana Rusillo y José Medina, secretaria y presidente de la Fundación”, subraya el investigador.