Dos cartas inéditas halladas en el Archivo Negrín desvelan la relación de amistad entre el estadista y la feminista y escritora republicana
Dos cartas y el borrador de una respuesta hallados en la sección personal del Archivo Negrín desvelan la relación de amistad que hubo entre la escritora feminista María de la O Lejárraga (San Millán de la Cogolla 1874 – Buenos Aires, 1974) y el médico y estadista republicano Juan Negrín López (Las Palmas de Gran Canaria, 1892 – París, 1956).
Negrín, cuyo legado se conserva en la sede de la Fundación que lleva su nombre en Las Palmas de Gran Canaria, cultivó a lo largo de su vida la amistad de grandes nombres de la cultura de su tiempo.
La actriz María Casares y Albet Camus eran habituales de su casa de París y antes en España había frecuentado a miembros de la generación del 27 (su laboratorio estaba en la Residencia de Estudiantes).
El último jefe de gobierno de la República en España fue humanista y bibliófilo, y se relacionó con pintores como Quintanilla o Renau, músicos como Pau Casals, historiadores como Antonio Ramos Oliveira, filósofos como José Gaos, periodistas como Fernando Vázquez Ocaña -e primer biógrafo de García Lorca- y escritores como Corpus Barga, Bergamín o Antonio Machado, entre otros personajes de su tiempo.
Las cartas de María de la O están fechadas en mayo de 1950 en la ciudad francesa de Niza. Los días 17 y 31 de mayo Lejárraga escribe a Negrín, entonces en Londres, para contarle su plan de trasladarse a Norteamérica, donde espera poder vivir de su literatura.
Las cartas de María halladas en el archivo están escritas a máquina y en los márgenes de la primera Negrín redacta a mano el borrador de su respuesta.
María de la O Lejárraga está considerada una de las mujeres más brillantes de una etapa de esplendor cultural en España que se conoce como la Edad de Plata y que finaliza con la guerra civil, sin embargo, durante la mayor parte de su vida sus obras llevaron la firma de su marido, Gregorio Martínez Sierra (Madrid, 1881-1947), quien pasó a la historia como exitoso escritor, autor y empresario teatral.
Lejárraga fue diputada, conferenciante, impulsora del movimiento feminista español y de la República, además, era políglota, como su amigo Negrín, quien a finales de 1938 la había elegido para formar parte del Comité Español de la Exposición Universal de Nueva York, que nunca llegaría a celebrarse.
Cuando redacta estas cartas halladas ahora en el Archivo Negrín, María ya es viuda pero sigue utilizando los apellidos de Gregorio, vive en el exilio y busca la forma de trasladarse a Estados Unidos. En la primera misiva pide perdón a Negrín porque ha utilizado su nombre sin pedirle permiso para acelerar unas gestiones ante la Oficina para los Refugiados (IRO). Pretende que la IRO le ayude a costear el pasaje a Estados Unidos.
“(…) Quiero irme a Norteamérica porque el ganarse la vida con la literatura en Francia es imposible. Yo gano algo de derechos de autor con los cuales podría vivir holgadamente en España, pero usted sabe que no quiero ir para allá. (…)
María explica sus planes a Negrín, las obras que proyecta escribir o que ya tiene acabadas e incluso traducidas para publicar en Estados Unidos, refleja la amistad que les une, -tanto a él como con a la compañera del médico canario, Feli Lopez de Dom Pablo, a la que envía recuerdos-, y da muestras de un inteligente sentido del humor.
“Estoy en tratos para publicar un libro ESPAÑA TRISTE (en mayúsculas en el original) que ya está traducido al inglés; me están traduciendo una comedia que acabo de terminar: tengo esperanza de vender algunos argumentos para películas … y otras cosillas. Una vez allí no le temo a la vida. Pero hay que cruzar el Atlántico y el pasaje cuesta caro”.
En 1950 la escritora tiene 76 años, circunstancia esta de la edad con la que ella misma bromea en varios momentos de sus escritos al político canario – “(…) he decidido presumir de anciana prodigio ¿qué le parece? (…)” -, y al que se muestra agradecida: “Es usted la única persona a la debo ¡hasta dinero!”
La respuesta de Juan Negrín a la primera carta – la conocemos por el borrador manuscrito – es afable y cariñosa. Bromea con el supuesto agravio y resta importancia a la edad de la escritora.
(…) “La noticia de su viaje a Norteamérica no me sorprende, sin embargo, cuando se nace para ser joven se sigue siendo hasta la muerte, por muchos años que pasen, muchos sinsabores se experimenten y muchos achaques y averías que la máquina humana acumule en su carrera (…)”
Negrín se compromete a facilitarle contactos en Estados Unidos que puedan servir de utilidad a la escritora y se despide “con la devoción de un amigo”.
Para saber más sobre María Lejárraga
http://www.culturaydeporte.gob.es/cultura/areas/archivos/mc/centros/cida/guias-de-lectura/escritoras/maria-lejarraga.html
https://elpais.com/diario/2006/05/20/babelia/1148080640_850215.html
https://www.elespanol.com/mujer/mujeres-historia/20200623/enigma-maria-lejarraga-escritora-republicana-firmo-marido/499700976_0.html