Participantes en la inauguración de la exposición en Valencia.
Valencia, a 3 de octubre de 2017. El Centre Cultural La Nau de la Universitat de València ha abierto este 3 de octubre su temporada de exposiciones con ‘La biblioteca errante Juan Negrín y los libros’. La muestra, que puede visitarse en la sala Duc de Calàbria hasta el próximo día 30 de noviembre, descubre la pasión bibliófila y literaria del que fuera presidente del Gobierno de la II República española.
En la presentación de la muestra Carmen Negrín, nieta de Negrín, y presidenta de honor de la Fundación Juan Negrín, ha descrito su abuelo como “un hombre elegante con los bolsillos deformadas porque estaban llenos de libros, así era su pasión por la lectura”. Por su parte, el presidente de la Fundación Juan Negrín, José Medina Jiménez, ha señalado que esta exposición “supone el mejor regreso de Negrín a Valencia”, informa una nota de prensa de la Universidad de Valencia.
En la exposición se muestran alrededor de 150 títulos ordenados por la fecha de edición. Se han elegido libros, revistas y folletos publicados entre 1892 y 1956 -los años que vivió Negrín-, que se han conservado en el que fue su domicilio en Parísal cuidado de su nieta Carmen.
Presentada en tres secciones cronológicas (1914-1936, 1936-1939 y 1939-1956), muestra los intereses de Negrín como lector: académicos, políticos, arquitectónicos, artísticos, literarios… Se pueden contemplar piezas singulares de su biblioteca personal, como el primer libro de poemas de Pedro Salinas con dedicatoria a Negrín, y uno de los pocos ejemplares que se conservan de «España en el corazón’» de Pablo Neruda.
Entre Leipzig y Madrid, 1914-1936
Las ciencias, las letras, las artes y la política se confunden en su biblioteca porque se confundieron en su vida. Karl Jaspers o el canario Blas Cabrera, gran divulgador de la relatividad einsteniana, convivían con Valle Inclán, George Grosz o Pedro Salinas, cuyo primer libro,‘Presagios’, le dedicó el poeta en 1924. Ese año su nombre aparecía junto a los de Azorín, Enrique Díez-Canedo, José Moreno Villa, Ramón Gómez de la Serna, Max Aub, José Bergamín o Luis Buñuel en la lista de suscriptores.
La exposición también recoge libros por su inclinación por la nueva arquitectura: ‘Internationale Architektur’ (1925), de Walter Gropius; ‘Paris de nuit’ (1933), de Paul Morand y Brassaï, entre otros.
También de esta época, se recogen ejemplares de la editorial que él inauguró, junto con sus amigos, Luis Araquistáin y Julio Álvarez del Vayo. El sello ‘España’, fue un ejemplo del afán modernizador de la Generación del 14 –la primera universitaria y europeísta. La editorial se inauguró con la novela pacifista de Erich M. Remarque ‘Sin novedad en el frente’ (1929). Fue un gran éxito que pronto alcanzó nueve ediciones. Del variado catálogo –activo hasta 1935– pueden mencionarse ‘Mis peripecias en España’ (1929), de Leon Trotski; ‘Vieja y nueva moral sexual’ (1930), de Bertrand Russell, con Manuel Azaña como traductor, o‘¡Écue-Yamba-Ó!’ (1933), la primera obra de Alejo Carpentier.
De Madrid a Náquera y Barcelona, 1936-1939
También ‘Hommage à Federico García Lorca, poète fusillé à Grenade’, presentado en la Exposición Internacional de París de 1937; una versión francesa del discurso pronunciado por Manuel Azaña en la Universidad de Valencia el 18 de julio de 1937; folletos como ‘Les 13 points pour lesquels combat l’Espagne’ (1938), programa del gobierno Negrín, cuyo traductor fue André Malraux y ‘España en el corazón, de Pablo Neruda’, que se acabó de imprimir en noviembre de 1938 en las viejas prensas del monasterio de Montserrat, al cuidado de Manuel Altolaguirre. Muy valioso ejemplar –el número nueve de una tirada de quinientos– de un libro registrado en escasas bibliotecas.
Bibliotecas en el exilio, 1939-1956
Negrín llegó a Londres sin libro alguno, pero muy pronto comenzó una nueva biblioteca. Razones de índole política y familiar, le obligaron a instalarse de nuevo en París (1947) y recuperó los libros que había dejado en Andrésy.
Negrín falleció en París el 12 de noviembre de 1956. Atendiendo su voluntad, fue enterrado, con discreción y sobriedad, en el cementerio del Père-Lachaise bajo una lápida con sus iniciales: J. N. L.
Los libros no vendidos en la subasta londinense regresaron a París y quedaron en el que había sido su domicilio. De preservar ese importante patrimonio se ocupó Feliciana López de Dom Pablo, la mujer que había compartido su vida con Negrín desde 1925.