La Fundación Juan Negrín ha acogido este jueves 18 de junio, a las 19.00 horas, la inauguración del proyecto expositivo Metáforas del exilio, una muestra promovida por el colectivo ArteMisia Mujeres+Arte que incluye cinco exposiciones individuales de otras tantas artistas, comisariada por la galerista Saro León.
Exilio puro y duro, de Berbel; Travesías de papel, de Marta Vega; Alétheia, de Pilar Rodiles; Exilio y patria, de Teresa Correa y Enfermedad y exilio, de Paqui Martín conforman este proyecto en cuya inauguración estará presente la presidenta de Honor de la Fundación Juan Negrín, Carmen Negrín, y que podrá disfrutarse hasta el próximo 19 de octubre, según recoge una nota de prensa elaborada por el gabinete de comunicación del colectivo.
Para Berbel, “somos parte de un engranaje de emociones, sensaciones y reflexiones. Somos el Exilio puro y duro. La metáfora dolorosa de experiencias pasadas proyectadas al presente nuestro. Ahorramos nombres y cifras como si fuera un glosario o un recetario de infortunios. Todos somos ellos, somos los herederos y testigos de esos ancianos de hoy que fueron niños antes”, y eso es lo que plasma en su propuesta.
La obra bajo el título Travesías de papel “hace alusión a un poema escrito por Aurora Arnaiz Amigo, desde el exilo, barcos de papel. Ella fue uno de los ejemplos de exilio intelectual forzoso. Tuvo que huir de España, perdió a su hijo y a su marido y comenzó de nuevo en México donde fue la primera mujer en alcanzar el grado de catedrática. Mujer con un gran protagonismo político entre la juventud española de 1930, como dirigente de las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas). Mi obra es un homenaje a todas esas mujeres que como Aurora, tuvieron que exiliarse, por eso, inspirada en su poema, construyo un gran barco blanco recortado en la pared sobre un fondo azul que a su vez está compuesto por muchos barcos de diferentes tamaños, realizados en papel y cada uno de ellos contiene una palabra que refleja lo que supone la dureza del exilio”, señala Marta Vega.
La propuesta de Vega se complementa con un video, de imágenes del viaje, de esa “travesía incierta” titulado Sin retorno en la que se reproducen imágenes reales y pequeños trozos de historia en fotografías y películas donde colabora con la realización y la música el artista Paco Rossique.
Pilar Rodiles presenta Alétheia, un término con diferentes acepciones (velo, manto, cosa ligera y flotante que impide ver otra con claridad, etcétera). Según Parménides, el término griego correspondiente a verdad es alétheia que, mediante su a privativa, indica la condición de desvelamiento, descubrimiento o des-ocultamiento del ser. Así, Alétheia remite a una dualidad: lo que aparece ante nosotros y el fundamento de lo que aparece o, en otros términos, la auténtica verdad.
“Mi reflexión se refiere, asimismo, a esas connotaciones religiosas y costumbristas, en torno al uso del velo por la mujer en diferentes religiones, tiempos y lugares. Hoy, en los países islámicos, algunas mujeres cubren su cabeza; en nuestro país, hasta hace muy poco, las mujeres deberían cubrir la misma para entrar en la iglesia. Velos blancos y velos negros con todas las evocaciones que puedan dar lugar. El velo de tul, que usa la novia en su traje nupcial, y el velo usado por las viudas en su luto. De todas estas definiciones, las que más destacaría y que fundamento el sentido de mi propuesta es la de ocultamiento. Exilio interior, ocultamiento y velados de historias de mujeres que fueron y son silenciadas”
“Las fotografías que presento son parte de una investigación personal acerca del exilio buscado, un auto exilio necesario que me lleva al vacío como generador de un espacio nuevo, siempre naciente -en palabras de María Zambrano-,desde el que regresar distinta”, explica Teresa Correa sobre su propuesta, Exilio y patria.
Por último, el proyecto de Paqui Martín, Enfermedad y exilio, muestra las imágenes resultantes del proceso de creación de la obra gráfica, en un ejercicio de unión entre imágenes y textos que se entremezclan y van en la misma dirección, añadiendo además objetos de uso hospitalario transformando la dureza de su recuerdo en piezas que, con el rigor de una obra de arte, conformen un único elemento visual y expresivo llenos de luz, color y sobre todo respeto y amor.
“Para la realización de éste proyecto he tomado como referencia el exilio del doctor Juan Negrín, médico e investigador, haciendo un paralelismo abstracto entre su conocimiento como profesional y mi experiencia como sujeto que alberga un problema familiar, por el nexo de unión entre la cotidianeidad de su labor y la experiencia personal de mi vivencia, en la que todo se tornaba plagado de interrogantes pero lleno de esperanza. Dedicado a tres adolescentes Paula, mi hija, Pablo y Marcelo, que nos dejaron, después de una lucha constante donde jamás perdieron la sonrisa”, apunta la artista.