El ex vicepresidente del Gobierno de España estima que el médico y político canario “fue un gran patriota, quizás el mejor estadista de la 2ª República”
Alfonso Guerra, vicepresidente del Gobierno de España durante los primeros años de Felipe González (1982-1991), ha afirmado este miércoles en Gran Canaria que “visitar la Fundación Juan Negrín es un viaje por la dignidad”.
El histórico político socialista, que participó este martes en unas jornadas sobre la transición organizadas por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, ha recorrido la sede de la entidad que custodia e impulsa el conocimiento de la figura y el legado de Juan Negrín López (Las Palmas de Gran Canaria, 1982- París, 1956), el fisiólogo y también militante socialista que presidió el consejo de ministros de la 2ª República en la etapa final de la guerra de España.
De la mano del presidente de la FJN, José Medina Jiménez, Guerra ha recorrido la sede de la entidad y ha conocido el trabajo que desarrolla. El archivo donde se guardan los documentos del estadista, la exposición permanente y la biblioteca, así como los últimos libros llegados desde París y pertenecientes a la colección del político republicano han merecido la atención de quien fuera mano derecha de Felipe González tras el triunfo del partido socialista en las elecciones de 1982.
Guerra valoró -en unas declaraciones al gabinete de comunicación de la Fundación- “el estudio, el tesón y el trabajo” con el que una serie de personas han logrado revertir la imagen que la dictadura proyectó sobre el político republicano, lo que ha supuesto que “hoy todo el mundo” reconozca “que Juan Negrín fue un gran patriota y un estadista extraordinario, quizás el mejor estadista que tuvimos durante la 2ª República”.
El ex vicepresidente se interesó por “libro de Pra”, llamado así por el nombre del funcionario que detalló la contabilidad del oro del Banco de España que la República empleó en comprar a la URSS armamento y alimentos y dar auxilio para miles de exiliados, heridos y enfermos, y que constituye uno de los documentos más relevantes de cuantos componen el fondo Negrín.
En el libro de visitas de la institución, se ha referido a Negrín como uno de los cerebros más ilustres de nuestra historia reciente, un hombre lleno de humanidad, cultura y ciencia”, que fue “perseguido por la barbarie, ninguneado por propios y extraños, pero al fin renacido de tantas dificultades y profesando hoy como estadista y patriota”.
Guerra termina su escrito mostrando su “afecto y gratitud a cuantos hacen de esta Fundación un templo de la memoria y de la vida”.